
Bajo la Lluvia
Pareja: 2U
Género: Slash, Romance. Lime,
Aquella noche estaba lloviendo justo como aquel día, de hecho los días lluviosos le traían esos amargos momentos a su presente, por más que intentara no pensar en ellos era inevitable.
Se puso de pie dejando aquella enorme cama para una sola persona, como anhelaba compartirla con él, claro eso era imposible lo sabia mejor que nadie.
Aquello no volvería a suceder, por lo menos no en esta vida, no volverían a dormir en la misma cama, esa fue su decisión. Una que le había partido el alma y el corazón.
Después de todo como continuar con su relación si luego de aquel suceso difícilmente se verían, incluso cabía la posibilidad de que ni siquiera mantuviesen contacto telefónico… y no estaba equivocado, desde ese día no había tenido noticias suyas, tal vez era porque no quería saber nada de sobre él, podría ser que estuviese molesto por la manera en la que le dejo atrás, o quizás no se lo permitían esa era una gran opción y la más probable.
Ya que le conocía mejor que nadie, sabía que aunque estuviese realmente molesto por su causa, incluso furioso no dejaría de contactarlo así ni por tanto tiempo. Ignorando su completa existencia. Pensaba mientras se dirigía hasta aquella gran ventana de la cual se podía tener una hermosa vista, aunque en ese momento se encontraba cubierta por una gran y espesa cortina de agua, una que inundaba todo el lugar. Las calles llenas de agua que corría abriéndose paso a su camino, no se veía a nadie caminado bajo la lluvia, quien lo aria esta azotaba con fuerza al igual que el fuerte viento que envolvía la ciudad.
Llevo su mano directo hacia el cristal, era frio como el hielo y aquella vista que tanto amaba ahora lucia tan desolada no pudo evitar derramar una lagrima al recordar aquel hombre maravilloso que ahora solo podía estar en sus recuerdos, esos que nadie podría quitarle, esos que ni siquiera él podía dejar atrás por mucho que lo deseara.
Lo intento, se dijo a si mismo que no importaba, que a pesar de lo mucho que amase a ese hombre lo olvidaría, tenía que hacerlo para continuar con su vida no podía quedarse en el pasado, después de todo fue decisión su ya el dejarle, nadie se lo había pedido, él lo dejo para buscar un futuro mejor o eso fue lo que pensó en aquel momento.
Podría ser libre y hacer lo que decidiese sin tener que sentirse como un esclavo, tomaría el control de su vida y de su carrera. Creyó que el precio que tenía que pagar por esa decisión no era demasiado alto, era algo aceptable… cielos que equivocado estaba.
Justo en el momento en el que cruzo aquella puerta dejándolo atrás lo supo, había traicionado a su propio corazón y lo que era peor había traicionado a la persona que más amo, amaba y amaría en toda su vida.
Quería verle una vez más, quería que aquellas manos recorrieran su cuerpo como solía hacerlo aprisionándole tan fuerte que incluso le dejara marcas en su piel de ese modo podría comprobar que estuvo entre sus brazos, que esos gruesos y jugosos labios se deslizaran por su banca piel dejando huella a su paso. Sentir el calor que la cercanía de sus cuerpos le provocaba. Por un momento al recordar aquellas sensaciones del pasado su cuerpo se estremeció por completo asustándole un poco al demostrarle lo débil que se había vuelto solo basto un simple recuerdo de él para hacer que todo sus ser templara.
— Soy un tonto —se dijo mirando su tenue reflejo en aquel enorme cristal—. Eso no ocurrirá nunca más.
Apoyo su cabeza en la ventana limpiando el leve rastro de las lágrimas que recorrían sus mejillas, afuera llovía, si lo hacía, pero también llovía dentro de su corazón.
Se mantuvo unos minutos en aquella posición, cuando se decidió regresar a la comodidad de su cama y quien sabe tal vez podría dormir un poco intentar soñar con aquel hombre para aliviar un poco la desesperación que le inundaba debido a los recuerdos que involuntariamente había tenido. Entonces el timbre de su puerta sonó ¿Quién podría ser a esa hora? y en ese momento que se encontraba tan desolado, con enormes ganas de estar solo.
Camino dando pasos fuertes algo molesto por la interrupción en donde fuese ese amigo suyo que no sabía cómo, pero siempre tenía la mala costumbre de llegar en el momento menos indicado lo golpearía fuertemente. Se apresuro para abrirla de golpe sin siquiera mirar antes para saber quién era, estaba seguro que se trataba de su pequeño y juguetón delfín.
Sus ojos se abrieron por completo de la impresión que se llevo, su cerebro debía estar jugándole una broma de mal gusto la imagen que veía no podía ser verdad, simplemente aquello era imposible no podía creerlo.
Un hombre ligeramente más alto que él, de tez morena se encontraba frente suyo empapado de pies a cabeza, lo miraba con aquellos oscuros ojos, su mirada era tan penetrante y cálida como la recordaba. Sus cabellos mojados escurriendo agua en la entrada del lujoso Pen House. No pudo evitar que un ligero pensamiento algo lujurioso surcara su mente ante tal imagen.
Vestía pantalones vaqueros de color azul, junto a una camisa y una chamarra de piel de color negra, incluso vistiendo tan casualmente lucia como si hubiera salido de una pasarela de modelaje, una vez más comprobaba el gran porte que siempre le había caracterizado no importaba lo que trajera encima todo le quedaba perfecto.
— Hola —dijo con una leve sonrisa en los labios, atrayendo su atención—. Tanto tiempo sin vernos.
— ¡Debo estar soñando tú no puedes estar aquí! —dijo de pronto—. ¡No! ¡Tú no debes estar aquí! —elevo tono de su voz al momento.
— Lo sé —respondió serenamente—. ¿Crees que podría entrar?
Lo observo una vez más pudo notar como su cuerpo temblaba un poco y no era de extrañarle el hombre estaba completamente mojado, la noche era helada debía estar muriéndose de frio.
— ¡Eres un tonto o que! —le grito haciéndose a un lado para que entrara al departamento—. ¡¿Es que no sabes para qué sirven los paraguas en días como estos?¡ ¡como rayos se te ocurre caminar bajo la lluvia! ¡Podrías enfermar! ¡En que demonios estabas pensando!
Mientras que le gritaba todo aquello, el hombre recién llegado entro cerrando la puerta, caminando detrás del hombre largo, delgado, de cabellos negros, de piel blanca que tanto amaba y extrañaba. El cual vestía ligeramente listo para ir a la cama.
Sin previo aviso, unos fuertes brazos rodearon su cintura, sintió también la cabeza del recién llegado apoyándose en su espalda.
— Yoochun… ¿Es que acaso no me extrañas ni siquiera un poco? —su voz era suave y tersa, con un rastro de dolor en ella.
— Yo… —las palabra no salían quería gritarle que lo extrañaba endemoniadamente, que estaba triste y solo sin él, que solo pensaba en él, que se arrepentía tanto de haberle dejado, que era el más grande idiota del mundo, pero no había vuelta atrás, no podían estar juntos nuevamente por mucho que lo desearan.
— Entiendo —respondió para soltándole y alejándose de inmediato—. Creo que fue un error venir aquí —Yoochun no se volteo solo escucho aquellas palabras, las cuales dolían profundamente, junto con su corazón—. Lamento mucho haberte molestado —sonrió amargamente, el menor no necesito verla para saber que se reflejaba en aquel varonil rostro.
Unos pasos se escucharon los cuales le indicaron a Yoochun que se marchaba, él se marchaba… no quería que se fuese, pero tenía que dejarlo ir, lo había hecho antes y lo volvería hace, así debía ser.
— Adiós Yoochun —fue lo último que dijo girando la manija de la puerta para salir de aquel lugar, dolía tanto su corazón que apenas podía respirar y mantenerse de pie.
Muy en el fondo sabía que Yoochun sufría tanto como él, que no era fácil para ninguno y que el haber estado ahí en aquel lugar era un gran error solo lograría hacerle sufrir más y él sufriría doblemente por causarle aquel dolor a la persona que más amaba en el mundo.
Pero aun así sentía que había valido un poco la pena, pudo verlo una vez más, ver aquel hermoso rostro, esos ojos, esos labios suaves y delgados que tanto amaba devorar, tubo que controlarse para no saltar sobre aquel chico de piel blanca y robarle un beso. Pero de hacerlo no creía tener las fuerzas suficientes para dejarle ir.
Eso hubiera sido perfecto algo que le ayudara a recordarle por más tiempo, comenzaba a olvidar el sabor de su besos, la sensación de tenerle entre sus brazos, sus pieles rozándose entre sí, la voz de aquel hermoso y perfecto hombre llamándole en el momento en el que sus cuerpos se unían.
Abrió la puerta con intención de marcharse de una vez de aquel frio y oscuro departamento…
— ¡Espera! —Yoochun grito angustiosamente—. Una última vez… —esas palabras salieron temerosamente de entre sus finos labios, las cuales eran más una súplica que una petición.
Había llegado hasta él sin pensarlo para sujetarle del brazo impidiendo que el moreno traspasara la puerta. Aquel hombre ligeramente más alto, le dirigió una intensa mirada sin mostrar ninguna expresión en el rostro.
Yoochun apretó aun más su agarre intentando continuar y terminar lo que quería decirle. Pero no hubo necesidad de ello. Antes de que pudiera decir algo más, el moreno había girado de inmediato tomándole suavemente entre sus brazos, llevo una de sus manos al rostro suave y fino de Yoochun atrayéndole para atrapar aquellos labios que tanto deseaba probar una vez más desde el momento en el que la puerta se abrió y apareció frente a sus ojos. Cerró la puerta del departamento empujándola con su pie, por ningún motivo le soltaría ahora que lo tenía entre sus brazos.
Sus labios se movían frenéticamente, sin dejar de besarle incluso sin importarle el poco aire que estaban recibiendo por tal contacto. El moreno tomo a Yoochun por la cintura levantándolo del suelo, era más liguero que antes seguramente había perdido algo de peso ¿estaría comiendo bien? se pregunto por uno segundos. El menor aferro sus piernas al cuerpo del aquel hombre unos años mayor que él. Camino con dificultad hasta llevarlo al borde de la cama del dormitorio.
Para recostarle suavemente sobre aquella enorme cama dejándole a su merced, se encontraba sobre él mirándole intensamente, ambos habían olvidado por completo que el moreno se encontraba completamente empapado, aunque ahora las ropas de Yoochun también estaban húmedas por el contacto de sus cuerpos momentos antes. Pero eso no les importo mucho a fin de cuentas, la ropa les estorba.
Las manos del moreno se abrieron paso por debajo de la ropa de Yoochun, aquel contacto de esas fuertes y largas manos estremeció por completo al cuerpo del menor. El mayor que se encontraba sobre él embozo una sonrisa picara, había comprobado que aun tenia completo control sobre su amado, las personas podían mentir, pero el cuerpo no… y el cuerpo de Yoochun le decía cuanto lo deseaba en ese momento, tanto como le deseaba él.
Yoochun había olvidado cuan agiles eran las manos de su amante, en un abrir y cerrar de ojos se encontraba semidesnudo con su respiración agitada y cortante… su calor corporal había subido rápidamente, como era posible que se encontrara tan excitado en tampoco tiempo. No tenia duda alguna solo aquel hombre podía encenderle de ese modo con tan solo par de caricias.
Había tenido muchas relaciones amorosas en su vida y ninguna de ellas le daba tanto placer como lo hacia el moreno. Lo había comprobado ahora mismo.
El mayor dejo de devorar aquellos finos labios, comenzando abajar por el blanco cuello de Yoochun, dirigiéndole una mirada llena de deseo, uno que había estado contenido por más de dos largos años ya no podía contenerse por más tiempo, quería poseerlo una vez más, que gritara su nombre una y otra vez, marcar su cuerpo para que nunca olvidara que solamente le pertenecía a él y a nadie más, que no importaba cuantos amantes hubo y habría en su vida, ninguno lo amaría, ni le daría tanto placer como él.
Yoochun soltó un leve gemido al sentir los gruesos labios de su amante sobre su pecho desnudo, sin pretenderlo su cuerpo se removió, no lo soportaba más deseaba ser tomado por ese hombre una y otra vez, hasta que llenase todo su ser con la esencia del mayor. El moreno sonrió pícaramente con un extraño brillo en sus ojos mientras que con su pierna derecha provocaba una leve presión en la entrepierna de Yoochun, al sentirlo este movió involuntariamente su cadera acentuando aquel contacto.
Era tan exquisito el sabor de aquel hombre de piel blanca eso pensaba el mayor, como podía haber estado tanto tiempo sin probar tal droga en sus labios. Deseaba provocarle, hacerle perder la razón, hacerle rogar incluso implorar porque lo tomase como tantas veces lo hizo en el pasado, pero incluso para el moreno aquello era una tortura que no podía seguir soportando.
Las manos del mayor se deslizaron peligrosamente del pecho desnudo del menor hasta lo único que cubría el frágil cuerpo de Yoochun, su cuerpo volvió a removerse bajo el cuerpo del moreno.
— ¡Demonios quieres darte prisa no puedo soportarlo más! —Yoochun no podía seguir con aquella tortura.
— Oh vamos, quiero recorrer todo tu cuerpo lentamente, quiero gravarlo en mi mente tan hondamente que nunca podre olvidarlo, te marcare tan profundamente que nunca olvidaras que todo tú ser me pertenece solo a mí —su voz fue prácticamente un susurro, no volteo a mirarle siguió atendiendo con sus labios aquel cuerpo que se estremecía a cada contacto de ellos, mientras le despojaba de una prenda más.
Los ojos de Yoochun lo miraron fijamente, vidriosos por las lagrimas que se acumulaban en sus ojos, su corazón latía tan deprisa, su respiración se agito aun más, su pecho subía y bajaba con rapidez. El también deseaba ser marcado por aquel hombre, lo amaba… si lo amaba tanto y era un estúpido por haberle dejado. No había vuelta atrás, pero… solo por ese día de lluvia, solo por ese momento se amarían una vez más sin preocuparse por el mañana.
No importaba más nada… si, en ese momento nada más importaba.
— ¡Yunho! —soltó entre gemidos al sentir un fuerte agarre de parte del moreno.
El éxtasis que sentía era demasiado, de seguir así perdería el conocimiento y eso solo era el comienzo de una larga noche de pasión… estaba seguro que esa noche Yunho lo tomaría, lo llenaría por completo durante toda la noche hasta que sus cuerpos no pudiesen moverse ni un solo centímetro y no le importaba, era todo lo contrario lo deseaba con cada célula de su ser.
— Te amo —dijo Yoochun entre sollozos—. Lo lamento tanto yo…
— También te amo Chunnie y siempre te amare —le respondió callándole con un suave y profundo beso—. No importa cuánto tiempo te tome volver a mí, yo te estaré esperando —dijo una vez que hubo soltado los labios del menor—. ¿Por qué tu eres mío Yoochun, solo mío no lo olvides nunca? —eso ultimo fue una orden directa.
— Así es, yo te pertenezco, soy todo tu yo y lo seré siempre —dudo un poco, pero se armo de valor y prosiguió con una sonrisa temerosa—. ¿Qué hay de ti Yunho?.
— Creí que ya sabias la respuesta a esa pregunta Yoochun —el moreno sonrió dulcemente—. Porque demonios caminaría bajo la lluvia para venir hasta aquí corriendo el riesgo de que me botaras al verme o peor aun que ni siquiera te dignaras a abrirme la puerta —cayo un momento sosteniendo con suavidad el rostro del menor—. Soy solo tuyo y de nadie más.
Un beso más y Yunho prosiguió con sus suaves carisias en aquella tersa piel. Sus agitadas respiraciones, el calor inmenso por la fricción de sus sudorosos cuerpos, los gemidos que ambos soltaban resonando en aquella inmensa habitación, la voz sensual de Yoochun pronunciando el nombre del Yunho. Sus cuerpos impregnándose del aroma del otro. Yoochun con marcas de chupetones por algunas partes de su cuerpo, Yunho mordiendo suavemente el labio inferior de Yoochun, hundiendo un par de veces sus dientes en el fino cuello del menor como si fuese un vampiro ambriento, ligeros mordiscos en la oreja de Yunho por parte de Yoochun.
La pasión desbordad de sus cuerpos una que llevaban reprimenda por un largo tiempo, finalmente era liberada aquel día lluvioso…
En la oscuridad de la noche, en el solitario departamento, en aquella alcoba que se hallaba hace momentos inmersa en un sinfín de sensaciones, ruidos y excitaciones, ahora se encontraba sumida en el absoluto silencio.
La noche había muerto por completo al llegar la mañana, el alba del día se asomaba por aquella gran ventana, pero no había dejado de llover. Aun así él tenía que marcharse no podía permanecer por más tiempo y lo sabía.
Sentado en el borde de cama, vestido completamente y listo para marcharse, observaba fijamente a su amante el cual dormía profundamente, seguramente exhausto por esa larga noche y como no estarlo, lo habían hecho una vez tras otra vez, fue inevitable pensó, como podía perder esa tal vez única oportunidad de hacerle suyo de nuevo.
Una media sonrisa se dibujo en sus labios al ver como el cuerpo del menor se movía un poco mientras le llamaba en sueños, las sabanas blancas de seda que cubrían su cuerpo se deslizaron un poco dejando aquella blanca espalda al descubierto, Yunho se inclino un poco depositando sus labios en ella besándola con suavidad, no quería despertarle, sería mucho más doloroso despedirse de él.
Decirle adiós ya había sido difícil para ambos la ultima vez, no quería volver a repetir esa experiencia, por lo menos no viendo su hermoso rostro sumergido en un gran dolor que intento ocultar en su indiferencia al darle la espalda al salir por la puerta años atrás.
Decidido se puso de pie cubrió una vez más el cuerpo de Yoochun, la mañana estaba aun fría y sin su cuerpo a su lado para darle calor seguramente el menor sentiría frio en algún momento. Ni en su situación actual podía dejar de pensar como el hombre mayor y protector que era.
Le dedico una dulce sonrisa, un suave rose de sus labios con la mejillas blancas de Yoochun y salió a toda prisa del aquel departamento. Repitiéndose una y otra vez a si mismo… “Nunca lo olvides Yoochun eres mío” “Te estaré esperando así que vuelve pronto a mí”.
Yunho caminaba una vez más solo bajo una intensa lluvia perdido en sus pensamientos “Seguramente Minnie lo reprendería por pasar la noche fuera y más aún por llegar todo mojado a casa” pero había valido la pena sí que lo había valido. Metió ambas manos a sus bolsillos se encogió de hombros comenzando a correr por la calle escapando de aquel lugar y de la lluvia que caí sobre él. Pensó que sería buena idea detenerse a medio camino para comprarle algo rico para comer a Changmin como disculpa por preocuparle y eso es lo que aria. Así por lo menos el menor no lo golpearía por causarle problemas, siempre había pensado que aquel chico era mucho más maduro que el mismo y tal vez así era. Una sonrisa más se coloco en sus labios mientras continuaba su largo camino de regreso a casa.
Horas más tarde… Yoochun comenzaba abrir lentamente sus ojos, hasta que su cuerpo se movió bruscamente cuando sintió el lugar vacio que había dejado el mayor a su lado, lo busco de inmediato por el amplio lugar llamándole un par de veces al no recibir respuesta alguna, lo supo… Yunho ya no se encontraba más ahí.
Sus ojos se dirigieron a la ventana de su alcoba el sol se encontraba ya iluminado al nuevo día, la lluvia había terminado, pero él aun sentía aquella nostalgia que los días lluviosos le traían a su ser.
Cubrió su cuerpo con la sabana de seda se levanto paulatinamente de la cama, caminando hacia la ventana. Sonrió ante aquella hermosa vista que siempre salía después de un día de lluvia, pensando que no importaba cuan inmensa sea la lluvia en algún momento tenía que dejar de llover y entonces el sol saldría y lo iluminaria todo con su luz y su calor. Solo tenía que esperar a que la lluvia que se encontraba dentro de su ser terminara y algún día el sol también saldría para él.
Para Park Yoochun el sol que tanto ansiaba era más ni menos que Jung Yunho, disimulo una ligera sonrisa mientras pensaba un poco en eso, ya que su perfecto y radiante sol estaría esperando por él.
Yoochun sonrió una vez más se dio la vuelta saltando sobre su cama, tomando entre sus brazos aquella almohada que desprendía el olor de Yunho. El había dejado su aroma por toda aquella habitación y en el mismo. Se aferro con todas sus fuerzas a esta, volviendo a dormir profundamente. Esperando soñar con Yunho y esa apasionada noche juntos, realmente ahora empezaba a amar un poco más a los días lluviosos.
Fin
Ohhhhh~ me encantooo~~!!!!! muy muy muy bonito y románticoo~!!! *O*...solo no entiendo por qué están separados si se quieren?!!...Chun!! reacciona!! ò.ó no seas tontín, tú lo amas ¿por qué sufrir? vuelve con él y enfrenten todo juntos!!!*O*...Yunho hazlo entender!!!¬¬
ResponderEliminarGracias x la historia tan mega linda mi querida admin~~ *O*...kisses~~ ^^